Anoche, después de que la semana anterior llegara incluso a marcharse del plató por el polígrafo de su hijo Diego, Kiko Matamoros volvía a sentarse como entrevistado en “Sálvame Deluxe”. Y su intervención, como era de esperar, consiguió darle una gran audiencia al programa de Telecinco.
Los habituales seguidores de la prensa rosa querían ver cómo el colaborador se encontraba después de las afirmaciones de su vástago y lo que se encontraron fue con un Kiko fue muy sincero, dolido por haber fracasado en algunos aspectos como padre y, ante todo, con la seguridad de que aquel no sabía toda la verdad.
Matamoros tenía claro que a sus hijos se les había “engañado” sobre cómo fue la separación de él y de la madre de ellos así como sobre la relación que él empezó con su actual esposa, Makoke, al poco tiempo de dejar a la anterior.
El momento más dramático de la entrevista llegó cuando el colaborador dijo que Makoke fue la tabla de salvación a una vida anterior que llevaba en la que estaba sumido en una enorme tristeza, tanto así que incluso en algún momento se le pasó por la cabeza suicidarse.
A pesar de todo ello, la alegría volvió al rostro de Kiko cuando por sorpresa apareció su hijo Diego para apoyarle y demostrarle todo lo que le quiere.
