Cómo saber si tu hijo tiene intolerancia al gluten

Cómo saber si tu hijo tiene intolerancia al gluten

La intolerancia al gluten está a la orden del día hoy y son muchas las madres preocupadas porque su hijo sea intolerante al gluten y no lo sepan, porque al fin y al cabo están dándole cosas que a lo mejor no debería dársele para que no enferme.

Por eso hoy queremos ayudar a esas madres e intentar dar 5 signos que pueden darte la voz de alarma para decirte que algo no está bien en la salud de tu hijo para que lo lleves al médico y le hagan las pruebas.

Si tu hijo no come en casa, conviene que informes al comedor escolar o bien a otros familiares de que lo observen por si la reacción saliera cuando tú no pudieras verlo (ya que si solo come contigo los fines de semana puede que no te des cuenta de que es algo habitual).

Estos signos son:

  • Tu hijo tiene muchos gases, diarrea, estreñimiento, hinchazón, etc. Si ves que después de comer se pone raro, que pasa por periodos de diarreas, estreñimientos, etc. de forma muy habitual, quizá debas empezar a preocuparte por lo que le das de comer ya que hay algo que no le está sentando bien.

  • Tiene mareos. Si tu hijo refiere que tiene mareos o que se siente mal, sobre todo después de una comida, puede ser debido a una intolerancia de la misma.

  • Migrañas. Otro de los síntomas de la intolerancia al gluten son la aparición de migrañas, sobre todo sin un motivo aparente. Estarán más irascibles y les dolerá la cabeza, al punto de que no puedan tolerar la luz.

  • Debilidad. Si después de una comida con gluten tu hijo se siente muy débil, desenfocado, mareado, etc. es síntoma de que hay algo que no le sienta nada bien.

  • Queratosis pilar o piel de gallina. Un signo evidente de que hay un problema grave con el gluten es cuando aparece la queratosis pilar o piel de gallina. Esto se produce cuando hay una mala absorción del gluten en el organismo y que éste está dañando al intestino. Si eso pasa, te darás cuenta en la espalda, brazos o mejillas, que se le pone la piel dura y rugosa. Si pasa eso, suspende cualquier alimento con gluten y prueba a darle algo sin. Si desaparece, tendrás una buena prueba para ir al médico a que te certifique que, efectivamente, tu hijo tiene intolerancia al gluten.

A la hora de llevarlo al médico conviene que le relates todo lo mejor que puedas, sobre todo con los alimentos que se ha puesto peor, lo que has hecho para aliviarlo y si has visto que comiendo otros alimentos no le ha pasado nada pero que al introducir otros sí ha tenido la misma reacción. El médico se asegurará de que no tenga alguna intolerancia a alimentos concretos: fresas, huevos, o cualquier otro que pueda ser el causante y por supuesto probará con el trigo para saber cuanto antes el problema. De esta manera te quedarás más segura de que no estás dándole nada a tu hijo que le haga daño en su interior.

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