Consecuencias de no hacer ejercicio

Consecuencias de no hacer ejercicio

Hacer ejercicio es cansado, sí. Lo sabemos. Tampoco se tienen muchas ganas cuando acabas la jornada laboral y tienes algo de tiempo para ti, también somos conscientes de ello. Sin embargo, al hacer ejercicio liberas oxitocita, que es una hormona del placer, lo cual te hace sentir bien y, al perfilar tu cuerpo, y perder peso, eso anima a tu autoestima y la sube. Pero, por supuesto, hay personas que no realizan actividad física alguna, bien porque se cansan, porque les duele el cuerpo, o por otros motivos. ¿Conoces entonces las consecuencias que se tienen por no hacer ejercicio?

Consecuencias de no hacer ejercicio

  • Obesidad. Esto es lógico. Si consumes alimentos pero después no los quemas, se van acumulando en el cuerpo y, con el tiempo, van saliendo esos “rollos” en el abdomen o en otras zonas del cuerpo. Es por eso que hay que controlar mucho la ingesta para comer sólo lo necesario para el día a día, un trabajo casi imposible de llevar a cabo.

  • Poca felicidad. Las endorfinas, la oxitocita, son pocas las veces que se liberan en el día a día. Si no haces ejercicio físico, no sabes lo que te estás perdiendo y eso puede repercutir en tu estado de ánimo y hacer que estés triste o malhumorado todo el tiempo. Así que ya lo sabes, es una de las consecuencias más patente en la persona porque hará que siempre estés negativa.

  • Enfermedades. ¡Sí, aunque no te lo creas! Los sedentarios tienen más posibilidades de sufrir problemas cardiovasculares que los que practican algún ejercicio.

  • Envejecimiento. Así es. Las arrugas pueden no aparecer si haces ejercicio porque la piel estará más sana. Igualmente tampoco aparecerán manchas ni esas sombras extrañas en la piel.

  • Dolor. Parece mentira pero, cuando estás quieto mucho tiempo, las rodillas, la cadera o la columna se resienten y duelen mucho. Si hicieras algo de ejercicio esto se eliminaría de golpe.

Suponemos que ahora te habrán dado ganas de ponerte a hacer algo de enjercicio. No es que te estemos diciendo que tengas que matarte a hacer ejercicio o que tengas que añadir otra cosa más a la lista interminable de cosas que has de hacer en el día a día, pero sí conviene que le dediques un poco de tiempo a tu cuerpo porque, al fin y al cabo, es el que tienes que cuidar hasta el fin de tus días y siempre es mejor estar sana que no sufrir de enfermedades cada dos por tres, ¿no lo crees así? Pues ya sabes, empieza a practicar.

Eso sí:

  • Empieza poco a poco, sin forzarte. Puedes caminar unos 20 minutos a la semana y después ir aumentando. Ten en cuenta tu cuerpo y lo que te cuesta empezar. Por eso es mejor ir poco a poco y, conforme se acostumbre el cuerpo, subir más. Eso sí, que sea todos los días, no te rindas a esas vocecitas que te dicen que estás cansado, o que no tienes tiempo. Siempre hay tiempo para hacerlo todo, y más para algo que va en pro de tu salud.

  • Organiza el tiempo. Si pones bien las tareas, podrás hacerlo todo.

  • El ejercicio en familia. Que no se te olvide, lo que es bueno para ti, también puede ser bueno para los demás. Además, estarás fomentando una actividad saludable con tus hijos y con todos los que estén a tu lado.

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