Descubre el significado de tus antojos

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Cuando oímos la palabra antojo, siempre tendemos a relacionarla con un síntoma del embarazo, sin embargo, no hace falta estar embarazada para sufrir uno de estos caprichos muchas veces casi incontrolables.

Pero, ¿por qué se producen los antojos? Según numerosos estudios, cuando nuestro organismo experimenta una carencia de algún nutriente concreto lanza a nuestro cerebro un mensaje en forma de antojo. No obstante, lo que deseamos muchas veces no corresponde a lo que necesitamos. A menudo nuestro cuerpo suele confundir la carencia de hidratación con el hambre, por eso, en numerosas ocasiones creemos sentir hambre cuando en realidad lo que tenemos es sed.

A parte de esto y siguiendo las investigaciones de muchos médicos y nutricionistas, podemos establecer una especie de guía con la que poder interpretar los mensajes de SOS llamados antojos que nos lanza nuestro cerebro:

Chocolate

Sin duda, uno de los más comunes entre la población. Si tu cuerpo te pide desesperadamente una onza de este tesoro de color marrón es posible que tu organismo tenga falta de magnesio, ya que este alimento es muy rico en esta sustancia. Si optas por el chocolate negro, a parte de un aporte de magnesio, evitarás la ingesta de muchas grasas poco saludables.

Alimentos grasos

Este tipo de caprichos son más comunes entre los hombres, aunque eso no quita que las mujeres también los podamos experimentar. Si no paras de pensar en una hamburguesa grasienta o en esa pizza que tan bien huele desde la esquina de tu trabajo, es probable que tu cuerpo tenga cierta deficiencia de ácidos grasos esenciales, aunque también puede ser que tengas carencia de vitamina A, D, E y K.

Dulces

Si lo que te apetece es algo dulce, puede que tu cuerpo esté experimentando subidas y bajadas de azúcar. Para combatirlas, en vez de ingerir algo con azúcar que suplirá esta bajada de forma rápida pero poco duradera, es más aconsejable tomar algo rico en carbohidratos, estos se absorben más lentamente y te ayudarán a mantener el equilibrio.

Alimentos salados

Pero si lo que te apetece son unas buenas palomitas saladas, agárrate, porque lo que está experimentando tu cuerpo es una situación de ¡demasiado estrés! Si, como lo oyes, el estrés hace trabajar de forma continuada a nuestras glándulas suprarrenales lo cual hace que después de una situación prolongada de estrés, estas no funcionen con normalidad. Cómo estas glándulas son las encargadas de regular las sales, es muy posible que acabemos por perder sodio.

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