Ese lunar, ¿es bueno o malo?

Ese lunar, ¿es bueno o malo?

Dentro de poco empezará a llegar el calor y, con él, a poder utilizar una ropa más fresca y que nos cubra menos. Eso hará que te fijes más en tu cuerpo, y que te des cuenta de esos lunares que tienes. ¿Hay alguno que haya salido nuevo?

Los lunares, en ocasiones, pueden salir por sorpresa y no tienen por qué ser malos. De hecho, muchas mujeres, con el sol, notan que en su piel nacen pequeños lunares que le dan una “marca”. Pero también hay que tener en cuenta que, a veces, los lunares no son tan buenos como queremos.

Y es que, los lunares tienen ciertas características cuando son buenos, pero otras cuando no lo son. ¿Sabes diferenciarlos?

  • Lunares buenos. Los lunares que son inofensivos y que no tienen que preocuparte son aquellos que miden menos de 0,6 centímetros y solo tienen un color. Suelen tener una forma circular u oval con bordes nítidos y cambian conforme el tiempo (de pequeños suelen ser planos pero, al ir madurando, pueden abultarse o incluso nacerle vello en ellos).

  • Lunares malos. Los lunares que sí deberían preocuparte y que sean examinados son aquellos que cambian de color, de forma o de tamaño además de resultar molestos (porque piquen, duelan o sangren). Si además tienen un contorno irregular y están difusos, o salen después de una insolación, hay que tener más cuidado entonces.

En todo caso, lo mejor es ir al médico para que lo observe un profesional y puedas quedarte tranquila. Siempre es mejor prevenir y curarse en salud antes que acabar teniendo algo grave por no ir.

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